9/21/06

Lunes 31 de enero del 2006




Lima

Las ganas de dejarte tuvieron que aterrizar entre la neblina y confusión de tu borrosa realidad.


Regreso a Lima. Desde la ventana del avión, a pesar de ser verano, todo es borroso; el paisaje es inhóspito. Solo nubes, neblina y casetitas puestas sobre la tierra. Esperen sí, ahora aparece algo de color, un color marrón grisáceo y nada, solo tierra.
Finalmente he vuelto. Una vez más no logré evacuar de este desastre. ¿Lo necesito? ¿Necesito evacuar para evitarme algún daño?

Atravieso la avenida Javier Prado, todo está congestionado, las imágenes son confusas, aún no sale el sol. Este verano se ha presentado con días nublados. ¿Será que la ciudad y sus climas pueden influenciar en nosotros?

¿Cuántos de nosotros buscamos evacuar esta ciudad? Nos alejamos de un posible daño, pero quizá no imaginamos que sigamos con él adonde vayamos. Esta ciudad no nos basta, todos queremos más, pero como bien dice Mari ¿dónde está ese más? ¿En otra ciudad acaso? Preguntas a las que ella misma responde “Si siempre soy yo la que viaja conmigo las ciudades no cambian la cosa.” Nuevamente me digo a mi mismo, quizá no imaginamos que sigamos con él adonde vayamos. Quizás el síndrome de los limeños es el constante estado de evacuación en el que nos encontramos y de repente no nos libremos aún estando fuera de este espacio.

Pasaje Santiago 2382. El taxi me deja en mi casa, bajo las maletas, los regalos y veo a mi familia; subo a mi cuarto, me preparo para un baño. ¿Estoy de vuelta?

Lima me espera

Mi casa me espera

Solo que Enrique aún no aterriza.




Aterrizaje forzoso

Entre el 2005 y 2006 decidí regresar a los lugares que me habían visto crecer. Era una forma de reconciliarme con esta ciudad. Finalmente sus espacios, alterados por el tiempo, seguían teniendo un valor emocional para mí. Una de mis casas, tapiada en aquel momento, me hizo recordar mi infancia y adolescencia: Marisol y Mariel jugando conmigo, mi cuarto, la espera de papá en la puerta que da a la calle.





P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H A T I W A N T P R O T E C T M E F R O M W H

Es imposible pasar por alto las contundentes y luminosas frases dispuestas por la artista Jenny Holzer. Esta es una de las más preciosas intervenciones realizadas en una ciudad. "Protect me from what I want", quizá es de nosotros y nuestros deseos de lo que debemos protegernos.


Rachel Whiteread nos muestra los lugares que crean en su interior esos contenedores del tiempo, de las memorias; incluso las olvidadas ya por todos. Este proyecto nos muestra el exterior de una casa que ya no existe. La verdadera, ya derrumbada, sirvió de molde para realizar esta réplica/calco. Whiteread ha congelado en el tiempo el exterior de una fachada, por dentro solo queda cemento.


Esta vez Tracey Emin suplica desde esta casa "no me dejes aquí!!!". "The last thing I said is don´t leave me here!!!". Probablemente el síntoma de la evacuación. Tracey tampoco quiere quedarse a que le hagan daño.







13 comments:

Anonymous said...

qué lindo post nene lindo.Si Lima...Qué rara es ¿no?. Ahora aquí lejos de ella la extraño. Pero en realidad extraño nuestra interminable burbuja... Nosotros tan lindos, entre nosotros tan lindos....Todo re lindo ¿Porque somos pajas no? ¿Porque somos cools no? Dí que siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

enrique said...

mari te extraño!!!!!
y sí definitivamente lo mejor de Lima son los amigos que me ha dado. Todos lindos, todos cools.


desde mi burbuja
te quiero.
E.

Anonymous said...

Si, y ahora que soy un macho proveedor, si, es re-linda, pero horrible a la vez. Es verdad lo de la "burbuja", y estudié en una universidad en donde al parecer sus fundadores se tomaron muy en serio eso de la "burbuja"...
Ahora que lo pienso, no sé en verdad qué quiero de Lima. Hay cosas que odio, pero que no podría tener en otro lugar. No soporto a los rupis, es cierto, pero de alguna manera yo también formo parte de la rupirteada, aunque no me guste, porque vivo aquí.
Ahora, por lo de las casas, cuando yo tenía 18 años, vivía rechazando mi propio hogar. Y a los 23, cuando estuvo en peligro, lo tuve que defender; y con él a los malos recuerdos que viví adentro.
¿Y por qué ahora me quiero proyectar en conseguir un pequeño departamenteo justo en esta ciudad? ¡No tengo idea, pero lo quiero!

Max said...

¿Cómo aterrizar en una pista hecha de neblina? ¿Cómo volver allí donde nos llaman como si nos echasen? A veces siento que sería más fácil si en Lima se hablase hawaiano: “aloha.” Hola y chau indistinguibles. ¿Cómo ser en Lima? ¿Cómo no ser de Lima? La llevamos ahí, escondida a veces, a veces salta, como todo lo reprimido: sus años de terror y la paranoia como un estilo de vida. La llevamos ahí, exhibiéndola obscenamente como un beso y un abrazo y una amistad de toda la vida, pero instantánea. Y esta neblina no nos deja ver, precisamente, toda esta hermosa neblina que nos rodea.

Anonymous said...

Si, cómo michi aceptar Lima. Por suerte ustedes dos que no viven aquí lo pueden meditar desde el exterior, pero cuando yo pisé tierra, incluso dentro del avión se me agrió el paisaje y me deprimí bastante... Sin embargo aquí está mi gente, qué se le va a hacer...

Anonymous said...

Cada vez que lo leo, recuerdo el "olor" del aire de BsAs... ¿Te acuerdas? Te dije que tenía un olor raro, probablemente por la brisa del Atlántico... El sol sobre nosotros, y un mundo de colores, naturales y artificiales.

Pero lo más loco de todo es que nuestro aeropuerto es mil millones millones de millones mejor que el de cualquier país de LA... Ja, ja, ja, ¿quién lo diría?

Compañero, gracias por el post y por haber sido tú mi compañía.

¡Besos, muack!

enrique said...

Gracias a tí.
Gracias a tí por la compañía. Fue increible, además ahí comenzó tu gustito por escribir. ¿te acuerdas de las crónicas de narnia?

E.

Sandra Texeira said...

A mi me paso algo bien raro, me doy cuenta que tengo un terco chauvinismo que me hace consumir desde cine peruano hasta perro peruanos... jajaja
Este es mi país y de aquí no me voy... pero a veces, qué bonito se ve el Perú desde la ventana de un avión, no, Sr. Blogger???

Sandra Texeira said...

Ha y Argentina no me gusto tanto salvo el barrio de la Recoleta, qué preciosidad!!!!!

enrique said...

A mi me encantó gente linda por todas partes, parecían sacados de esas teleseries del canal 53, incluso de la WB que tanto me gusta ver.

jajajajaja

enrique said...

AY!! TAN PARECIDA A MI LIMEÑA BURBUJA DE CRISTAL!!

BESO

enrique said...

AY!! TAN PARECIDA A MI LIMEÑA BURBUJA DE CRISTAL!!

BESO

Anonymous said...

Assuuu... Sandra, ese comentario me ha shockeado horrible, porque a mí no me gusta mi ciudad, y no le tengo mucho cariño a la gente de mi país, por lo mal que se trata toda entre sí. Tampoco es que diga que Argentina era el mejor lugar del mundo, pero como turista me dio un respiro importante para mi vida y para mi relación de pareja. El kit del asunto es que nada funciona sin "oxígeno", y en ese sentido, mi relación con Lima y con el Perú lo necesitaba...

Me chocó horrible eso que pusiste; hay cosas peruanísimas que me encantan, y mi gente más querida es 99% perunana, como MIS PORDYs, mi familia, mi pareja. Pero yo nunca voy a ser chaubinista porque no me gusta eso, no me hace sentir culpable no serlo, para nada, porque prefiero ser libre...

Aún me siento shockeado, porque ese viaje a Argentina lo hice yo con Kike, y fue renovador...

Hubo varios barrios Lindos, entre ellos Recoleta, pero... ¿qué importancia tiene?

Mmmmm...