Somos una pradera, somos un cielo.
Siempre tratamos de encajar en algo, todos tratan de encajar, pero lo bonito es ir descubriendo y construyéndonos juntos.
Así es como hemos ido formando esta nuestra pradera, porque aquí nos hemos encontrado, aquí hemos aprendido, aquí hemos hablado, aquí hemos escuchado, aquí hemos reído, aquí hemos llorado. Aquí somos felices.
Aquí aprendemos juntos a formar nuestra pradera.
Como la caperuza (daughter en realidad es el nombre de la obra) de Kiki Smith. Caperucita y el lobo fundidos, como experimento genético.
DULCE Y FUERTE
…sobre los cuentos de hadas, la felicidad, los miedos, etc
“Dulce y fuerte” comentó una querida amiga mía sobre mis dibujos. Yo lo tomo a manera personal y pienso que es una buena descripción sobre mi.
Un tema que intentaba trabajar en este blog y que quizás para algunos tenga sabor a edulcorante extra, es el tema este de la sensibilidad, de la emoción. Esa miel de la que está cargada este espacio de recuerdos, sueños, vivencias intensas, en fin todo lo que pasa por aquí. Esta vez pensaba y trataba de encontrar una forma de equilibrar toda esta monada de “la casita de la pradera”, “la primavera que siempre es en mayo”, “Yann Tiersen” , etc. Pero es así como se dio la naturaleza de este espacio: una mezcla exótica de dulzura y fortaleza, la dulzura que necesitamos todos para apreciar las cosas preciosas que nos depara la vida, la fuerza par luchar por ellas y por vivirlas.
Los niños buenos merecen la fortaleza, porque a veces también damos miedo. Los niños buenos pueden rebelarse y decir basta. Me permito crear este espacio para todos nosotros, para seguir adelante y ser quienes somos.
