9/4/06



AUTUNNO

Aunque los inviernos en Lima no son visualmente gélidos como pueden serlo en otros lugares; el cielo gris, chato, plano, uniforme y el agua que respiramos afecta nuestro sensible estado de ánimo. Desde el 2003 decidí combatirlo desde mi refugio, "mi casita de la pradera", que lucha por no congelarse en esta Lima que te congela hasta los huesos.

Los rituales que he realizado los guardo en este museo casa. Aquí conservo todas mis experiencias, los recuerdos, mis amigos, mi pasado.

Una buena taza de té caliente y algunas galletitas pueden acompañarnos mientras me visitas…espero te guste.

4 comments:

Sandra Texeira said...

Es cierto, Enrique, en Lima se lucha contra todo y a veces contra uno mismo también.

Max said...
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Max said...

Blanco de titanio, azul ultramar y un poco de carmín. Según el viejo así se preparaba el color del cielo de Lima. Mentira. Negro humo y blanco de plomo (así, bien venenoso). Esa es la fórmula. Me apunto para el té de todas formas. Llevo unos blueberry muffins, raspberry upside down cupcake y scones del bakery de acá cerca.
P.S. Te quiero.

Yuna said...

Blanco titanio, rojo carmin y verde esmeralda segun la simpatica "Slater"