S/T
1992_2007
El presente se hace evidente al ver como el pasado se va deteriorando día a día.
La puerta de mi habitación que me acompañaría por años (1992_2007) ahora es un objeto que forma parte del pasado.
Un pasado de puertas abiertas.
Un pasado de puertas cerradas.
Una puerta testigo de risas, de llantos, de melancolías, de dibujos, de sueños, de amor, de sexo, de compañía, de soledad.
Me gusta verla como un objeto en sí mismo, un objeto y una nueva forma.
Los recuerdos de los que fuera testigo se transforman como ella lo hace día a día expuesta a los cambios de clima, al sol, al viento, a la lluvia.
Y es que quizás nuestros recuerdos son como ella; un objeto inerte transformándose constantemente por el entorno que lo rodea y depende de nosotros si los hacemos a un lado, si los conservamos o los aceptamos como son para empezar a vivir el presente.
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